Parque Nacional Cotopaxi
Parque Nacional Cotopaxi El Parque Nacional Cotopaxi es el lugar de visita obligada para los viajeros que llegan al país. A 60 Km. al sur de Quito, tiene al conocido volcán del mismo nombre como su principal atractivo, con una altura de 5.897 msnm. La zona cubre aproximadamente 34 mil Ha. de superficie, que se dividen en las provincias de Cotopaxi, Pichincha y Napo. A pesar de su ubicación, el Parque presenta una gran variedad de mamíferos, aves y especies endémicas. Allí habitan pumas, lobos y el conejo de páramo. Otros animales como venados, ciervos enanos y ratones marsupiales también se desplazan entre los bosques existentes. La vegetación es variable. Depende de la altitud del suelo. Se pueden encontrar pumamaquis, romerillos o mortiños. Otros atractivos de la reserva son las lagunas como Limpiopungo. Su temperatura promedio es de 7.7 grados centígrados; sin embargo, se pueden registrar fuertes variaciones que oscilan entre los 0 y 20 grados, sobre todo cuando escasean las lluvias. El nevado Cotopaxi cuenta con un refugio abierto durante todo el año con capacidad para albergar a decenas de turistas.

Parque Nacional Llanganates
Con un área de 219.707 Ha., el Parque Nacional Llanganates ocupa las provincias Tungurahua, Cotopaxi, Napo y Pastaza. Consiste en un bosque andino que tiene a los macizos montañosos de los Llanganates como centro de atracción. Formando parte de estos está Cerro Hermoso, el sistema lacustre Pisayambo y los torrentes de las estribaciones montañosas. También existen bosques amazónicos exuberantes propios para realizar ecoturismo. Una leyenda cuenta que en los Llanganates está escondido desde hace cientos de años el tesoro para el rescate del Inca Atahualpa.

Parque Nacional Cajas
A 30 Km. de la ciudad de Cuenca se encuentra el Parque Nacional Cajas, una bella zona montañosa ubicada entre 3.000 y 4.500 msnm. Cuenta con 275 lagunas, miradores y un extenso territorio de bosque primario. Desde aquí nacen algunos ríos que se dirigen al Océano Pacífico y otros hacia la llanura amazónica. Alberga especies de flora y fauna en un ambiente cuya temperatura bordea los 10 grados centígrados. En su superficie, que sobrepasa las 28 mil Ha., los visitantes se adentran en interminables y asombrosas caminatas y aprovechan para practicar la pesca deportiva de truchas.

Parque Nacional Podocarpus
Las lagunas del Compadre y Bombuscaro son algunas de las atracciones que atrapan a los turistas que llegan al Parque Nacional Podocarpus, ubicado en el límite de las provincias de Loja y Zamora. Bosques nublados, ríos, cascadas, cañones, aves, mamíferos y vegetación nativa, son otras de las riquezas del sector. Su altura varía entre mil y tres mil metros, con temperaturas que oscilan entre 8 y 20 grados centígrados. Este parque de 146.200 Ha. se estableció con el fin de proteger a los árboles de podocarpus y cinchona, o cascarilla; este último conocido como el árbol nacional del Ecuador. Uno de sus accesos es por la carretera que conduce a Vilcabamba desde la ciudad de Loja. Científicos y aventureros cuentan con senderos autoguiados y posibilidades para acampar.

Area de Recreación El Boliche
Ideal para acampar, el Area de Recreación El Boliche, presenta una altura aproximada de 3.500 msnm. Cuenta con vastos bosques de pino y ciprés y una temperatura que bordea los 10 grados centígrados. Entre los animales se destacan aves como el curiquingue, el gavilán, la torcaza o la perdiz de páramo y mamíferos como el lobo o el puma. De la misma forma, hay una reserva con poblaciones de venados de cola blanca. La extensión del lugar es de 227 Ha. y está a 60 Km. de Quito. Una de sus formas de acceso es a través del ferrocarril que atraviesa la sierra sur del país.

Bosque Protector Pichincha
Al Occidente de Quito y en las faldas del volcán Pichincha, se levanta el Bosque Protector Pichincha. Con una superficie aproximada de 8.100 Ha., el sitio es ideal para la práctica de ecoturismo donde se puede descubrir varias especies de animales y plantas. Los viajeros también tienen posibilidad de practicar algunos deportes como el ascencionismo y parapente.

Bosque Protector Mindo-Nambillo
A 76 Km. al noroccidente de Quito, está la reserva natural de aves más importante del país. Se trata del Bosque Protector Mindo-Nambillo, lugar ideal para la observación de alrededor de 500 especies de pájaros, que surcan en manadas sobre el cielo de la serranía. Entre ellas se encuentran loras, horneros, colibríes y gavilanes. Es un sitio muy visitado por ornitólogos y científicos. Su extensión es es de 19.200 Ha. con una altura que oscila entre 1.600 msnm y 4.780 msnm. También hay bosques semitropicales húmedos, bosques primarios y secundarios. En medio de su exuberante flora viven igualmente mamíferos y coloridas mariposas. Los ríos y cascadas existentes permiten que los viajeros disfruten del paisaje y puedan practicar algunos deportes. Otra de las actividades que se organizan son caminatas con diversos grados de dificultad.

Bosque Protector Pasochoa
Una zona abundante de árboles nativos como pumamaquis o alisos y cerca de 120 clases de aves conforman el Bosque Protector Pasochoa. Se trata de otra de las áreas protegidas de la Sierra, que se encuentra a una hora de Quito, aproximadamente. Considerada como una importante área para practicar turismo de naturaleza, presenta alturas que van desde los 2.700 hasta los 4.200 msnm. Su temperatura fluctúa entre los 3 y 21 grados centígrados. En los recorridos por sus bosques se puede descubrir mamíferos como cervicabras, conejos, murciélagos, pumas y algunos tipos de roedores. El sitio cuenta con dos clases de senderos: autoguiados y guiados. Los primeros son "Del Colibrí" y "Amiga Naturaleza" que es posible realizar en 30 minutos y sin esfuerzo. Otro es "Bosque para todos" que requiere más esfuerzo y un tiempo de una hora. Otros son "Mayguayacu", "Palma de Cera" y "Los Pantzas", que requieren de dos, cuatro y ocho horas respectivamente y mayor esfuerzo físico. El Pasochoa es producto de una erupción ocurrida hace cerca de cien mil años. En aquel entonces actuaron sobre la lava agentes físicos y biológicos, transformando fértiles a los suelos. Luego de varios siglos surgió la flora y fauna que hoy se aprecia.